CON 17 MUERTOS EN JUEGO DE FÚTBOL, PARA QUE QUEREMOS GUERRAS
Para que queremos guerras, cuando “un asesino en cada hijo te dió” dijera una estrofa en el himno nacional, cuando nuestra juventud prefiere vivir una corta temporada cómoda a cambio de matar y se matado, ya una descontrolada sociedad y un país que prácticamente vive en guerra diaria, con más muertos, huérfanos, desaparecidos y familias afectadas que en las confrontaciones bélicas entre países de toda la historia.
Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Nayarit, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Guerrero, Puebla, Quinta Roo, Oaxaca, Baja California Norte y Sur, Querétaro, Morelos y Ciudad de México, son las localidades más violentas, estamos hablando de medio territorio mexicano en guerra diaria, circunstancia que no se puede tapar con un dedo o con discursos, incontrolable que no existe fórmula para frenarla, en ésta contienda violenta no aplican los tratados de paz, ni acuerdos de ninguna organización internacional, ya que no son conflictos de raza, ideología ni económica, la guerra de los mexicanos es sin un objetivo o ideal específico, solamente ya por el placer de ser, el negocio de la droga es para unos cuantos, no para todos.
Cómo cambiar los genes de una generación contaminada y envenenada, perdida sin brújula, sin principios o ideales, pareciera que el ideal es de “matarse unos a los otros”, solo por nada.
Lo ocurrido en Querétaro en el juego de fútbol, va más allá de un simple pleito de la rivalidad entra barras de equipos contrarios disputando la pelota en la cancha, de ser así no hubieran pasado de golpes o fracturas de huesos.
Aquí se trató de un acto planeado de terrorismo, al infiltrar entre los aficionados a un grupo de asesinos, lo acontecido y vestigios en los cuerpos de algunas víctimas lo resumen, se dieron el tiempo de mutilar en algunos sus órganos sexuales, una vez después demolerlos a golpes y desnudarlos.
Las agresiones fueron al estilo sicariato, con síndrome de gozo en desnudar siempre a sus víctimas y mutilarlas, ese es un patrón psicólogo de psicópatas, que la criminología tiene detectado en las ejecuciones de las organizaciones criminales.
Así pues, lo ocurrido en Querétaro, no se trata de un pleito espontáneo de aficionados de equipos deportivos rivales, la tragedia fue un acto de terrorismo de alguna organización criminal, los cuerpos de los fallecidos hablan por si solos.
El gobierno mexicano no tiene la más mínima congruencia en opinar o mencionar sobre Ucrania y Rusia, cuando tiene una guerra interna con cientos de millares de muertos en los últimos veinte años, muchísimos más que todas las guerras de la historia del mundo. También con la diferencia de las guerras externas duran poco, la nuestra es permanente y de sálvese quien pueda.