¡Cuando los traseros se descomponen!
*En la política los amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad, sentencia el adagio.
Y es regla que en el sistema político mexicano siempre existirá una lucha por el poder, que quienes se atreven a participar para conquistar espacios, deben estar conscientes de que juegan al todo por el todo, esa lucha implica hacerse de enemigos, luego dicen que en política todo se paga, y se paga caro, las repercusiones son de ser posible hasta la aniquilación.
En Ahome, hace muchos años el líder obrero Alfonso Genaro Calderón en sus años de miseria a la sazón de incipiente líder local de los trabajadores del azúcar, intentó ser presidente municipal, pero en su primer intento, solo fue eso, un solo intento, sus intenciones se vieron frustradas por la maquiavélica intervención de dos personajes de aquella época que ejecutaron la “GUERRA SUCIA” en su contra, Pano Ramos el farmacéutico y Rosario Carlón el hotelero y regenteador del bar Apache 7, viajaron hasta Calabacillas, Chihuahua, para conseguir el acta de nacimiento de Calderón, la trajeron y eso fue el impedimento de que fuera candidato a presidente, molestó y mucho al aspirante, según los autores de esa maniobra festejaron y ganaron pesos al congratularse con el ganador.
Pero años más tarde Calderón cumplió su sueño y fue Alcalde en Mochis, entonces persiguió a sus detractores causándoles dolores de cabeza, pero las facturas fueron impagables, más tarde como gobernador clausuró la farmacia de Pano Ramos, lo molestó y arruinó económicamente seis largos años, a Chayo Carlón igual el bar, ambos dos pasaron largos años de amargura de persecución política, pagaron con creces su perversa acción de antaño.
Es que también, no nada más saca “boleto” quien accione en contra de algún político, sino todo aquel que denosté o hable mal, invente o difame, situaciones muy comunes desde siempre contra los candidatos, por eso dicen quieres saber quién eres metete de candidato y te dirán hasta de lo que te vas a morir. Otra víctima sexenal de Calderón fue el famoso Churretas de nombre Joaquín, que fue Diputado impulsado por los dueños de la cervecería Pacifico, y cuando le avisaron que Alfonso Calderón quería ser candidato al gobierno del estado, expresó con júbilo “…Si calderón es gobernador, entonces Yo soy el Papa…”, el Churretas era dueño de la cantinero Los Jardines, y en cuanto se convirtió en gobernador se la mandaron cerrar, pero Calderón tenía la particularidad de apapachar a sus víctimas las hacía sentir que eran amigos, que el rencor y la venganza no existía, el Churretas creyendo en la benevolencia de Alfonso fue a buscarlo para pedirle ayuda, “…Claro Joaquín, búscate otro lugar, acondiciónalo, cuando lo tengas me buscas, para eso son los amigos…”, y así fue, el Churretas gastó en acondicionar un nuevo lugar para su lupanar, para ir de vuelta con Alfonso a quien le informó que ya estaba listo para que le autorizara la reapertura de su cantina, “…Qué pena Joaquín, tengo informes que la gente de alrededor no te quiere, busca un lugar donde no se queje la ciudadanía…” contestó el gobernador, fueron seis largos años de ruina para el bromista denostador.
Los traseros descompuestos…
En política más moderna, cuando Francisco Labastida Ochoa, era gobernador en Sinaloa, Juan S. Millán fue invitado a ser presidente del Comité Estatal del PRI, pero tenemos que destacar que Millán ha sido un político acostumbrado a la guerra, y con mucho poder, porque ha transitado y sostenido equipos compactos, defendió a su pupilo candidato triunfador de la Alcaldía de Mazatlán Raúl Cárdenas, ante la negociación que Labastida hizo con el PAN que había ganado Culiacán, donde el amigo del gobernador Lauro Díaz Castro, perdió y que había que imponerlo al costo que fuera, así fue como Millán salió de Sinaloa enemistado con Labastida.
Años más tarde, Labastida como Secretario de Gobernación, intentó nuevamente ayudar a su entrañable amigo Lauro Díaz Castro, para convertirlo en candidato a gobernador de Sinaloa, pero aquí sí Juan Millán que también aspiraba sacó uñas, dientes y colmillos, logró amarrarle las manos a Labastida y en una contienda histórica interna, el candidato oficial del PRI fue Millán, muy a los pesares de Labastida, herido en orgullo, frustrado en su intención, aparte de que le falló a su amigo del alma Lauro, ese enfrentamiento generaba en automático una factura a cobrar a Millán algún día.
Juan Millán Lizárraga, protestó como gobernador constitucional de Sinaloa, haciendo sentir el rigor del poder a los labastidistas y lauristas, pero con mucha cautela el entonces jefe del ejecutivo estatal no se aventó con todo contra ellos, pues Labastida era uno de los prospectos a ser candidato a presidente de la república, circunstancia que ocurrió y el trasero de los millanistas se descompusieron, los invadió el pavor de que el futuro presidente los pasara al paredón, los labastidistas del estado y en especial los de Mochis, se burlaban del gobernador y se ufanaban de que se lo iban a coger en el diciembre del año 2000.
“Nunca había visto tantos culos descompuestos, menos que se compusieran tan luego”: Vega Acuña
Cuando llegó aquel año 2000, a casi dos años de administración de Juan Millán, Francisco Labastida Ochoa se convirtió en el candidato oficial del PRI a Presidente de México, a los millanistas se les descompuso el culo, los meses de campaña fueron una angustia para el gobernador, que estratégicamente colaboró con el candidato del PAN Vicente Fox Quesada, se la rifó jugando las contras a su partido, no iba a colaborar para empoderar a su futuro verdugo, a lo contrario, se la jugó y ganó, triunfó como todos sabemos Fox, y la tranquilidad regresó a palacio estatal, el color le volvió en el cuerpo a Juan, y sus traseros se compusieron en solo unos meses.
Pero entonces, otros culos se descompusieron decía Vega Acuña, cercano a Millán, desde ese momento el gobernador cobró sus facturas con absoluta libertad y comodidad, que de hecho hasta le alcanzó para poner sucesores y gobernar de manera compartida doce años más.
La gente es cabrona…
La gente es cabrona, cuando piensas la tienes controlada, se te raja, es manipulable y por lo regular se deja ir por la psicosis colectiva, y aprovechando ese aspecto, Andrés Manuel López Obrador, llegó al poder en 2018, muchos dicen que trabaja bien, que lo siguen apoyando, otros dicen que el país va mal, aunque sean descalificados, pero igualmente pareciera que a todos les invade el espíritu de la venganza de viejas afrentas, López Obrador no es la excepción, sin perder el tiempo de inmediato empezó la persecución de todos aquellos que le estorbaron o colaboraron para acabar con sus posibilidades de ser presidente, ejemplo Rosario Robles Berlanga, y muchos más, sin respetar fueros o niveles, son muchos los ya perjudicados, se los está jodiendo en paquete, rápido.
Pero aguas, extralimitarse puede traer consecuencias de animadversión en la gente, que votó por un hombre que representaba un cambio verdadero, ese cambio debe reflejarse en los refrigeradores, alacenas y mesas de todos los hogares de México, los mexicanos quieren comer, quieren salud, seguridad, trabajo, esas son sus prioridades y siguen esperando a más de dos años ese cambio que está muy lejos de ser realidad, los ciudadanos no votaron para que el presidente privilegiara la oportunidad histórica para vengarse de sus enemigos, de aquellos que le provocaron sus traumas y desvelos.
Andrés Manuel, a veces como que si se pierde y que en su agenda política institucional el proyecto de nación único es el aniquilamiento de todos los políticos, dejando una percepción de que si pudiera utilizar los métodos de Hitler no dudaría en hacerlo, ese afán no es bien visto, y todo lo que haga se lo harán y cobrarán, pero él lo sabrá en próximo junio de 2021, si es que la gente cabrona no se le raja.
Porque en política, nadie se va sin pagar la cuenta, pecados son mentir, cabulear, difamar, atacar, participar en guerras sucias, estorbar, donde los activos interesados, los metiches, los desleales, sacan boleto, haciéndose acreedores futuros de sanciones autoimpuestas para que sus adversarios cobren venganzas de las afrentas presentes.