Historias del Covid
*De la calle al hospital
Imagen Sinaloa.- A mis 21 años me encontraba sin trabajo desde hace meses, no encontraba empleo en estos tiempos de crisis y dificultades, la pandemia nos llevó a una cuarentena muy dura y de mucha escasez.
Paso el confinamiento, las semanas y no podía encontrar una oportunidad laboral, ya que apenas tengo la preparatoria truncada,, pero la esperanza me motivó y ya encontré por fin un trabajo.
Me dieron trabajo en el Hospital General, como auxiliar de enfermería en terapia intensiva Covid, dónde diariamente me pongo un traje especial, cubrebocas, careta y guantes, para realizar mi labor un tanto cuanto difícil, ayudo a mover a los pacientes intubados cuando defecan, los volteo de lado para que las enfermeras los cambien de pañal, pero también otra de mis actividades es la de envolver a los que fallecen, que son entre cinco o siete enfermos diarios.
Mi trabajo es muy riesgoso pero necesito los mil cuatrocientos pesos semanales que me pagan como sueldo, no es mucho para el riesgo que corro, pero puedo subsistir para comer, diariamente veo gente morir y personas sufriendo las consecuencias del Covid, entonces me quedo pensando en la gente que ya le perdió el miedo a los contagios, ni se imaginan lo que he visto en el área Covid del hospital en el que trabajo.
Solo espero que ya que termine la pandemia no me despidan, que como compensación al riesgo que corro todos los días, me den un trabajo estable, como quien dice estoy haciendo méritos.
Soy de esos cientos de jóvenes que hemos sido contratados transitoriamente en todos los hospitales generales del país de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal y que por cierto de nosotros nadie habla.