La personalidad psicópata del Químico Luis Guillermo Benítez Torres
Imagen Periodismo Alternativo.- Las personas definen sus rasgos psicológicos en base a su comportamiento, a su conducta pública, a lo que expresan y exhiben en redes sociales, realizar un análisis a cualquier persona en lo que es la ciencia psiquiátrica se le denomina perfil psiquiátrico y se hace a través de un estudio forense psicológico, incluso después del fallecimiento se puede establecer la situación mental de acuerdo al mismo estudio pero que se llama necropsia psicológica, los expertos definen puntual y sin margen de error los trastornos mentales de cualquiera.
En el caso específico de Luis Guillermo Benítez Torres, alias El Químico, él solo ha desplegado y plasmado en la historia en los últimos meses de manera pública los rasgos psicópatas de su persona, y se concluye que es una persona sin escrúpulos, vacía, sin valores morales, no conoce el pudor, la vergüenza mucho menos la dignidad, se arrastra y se humilla ante otros, con el propósito de lograr un fin, promete y empeña la su “palabra” para después faltar a ella, el perfil psicológico del Químico lo define como una persona sin ningún valor religioso, cree que lo que despliega con su comportamiento es lo correcto, pero se trata de una enfermedad mental conocida en psiquiatría como Síndrome de Hubris, un tipo de narcisismo, el que la padece imagina que lo que él piensa es lo correcto y lo que opinan los demás no tiene relevancia, están equivocados, sin embargo los médicos aseguran que éste tipo de personas son inseguras y como consecuencia asumen esa postura, como Jefes son totalmente impulsivos, nefastos, abusivos con los subalternos, sienten placer en ofender y humillar a todo quien está bajo su mando, dejar en claro quién manda, nadie puede rebatir sus órdenes, no aceptan opiniones diferentes, los enfermos del padecimiento son altamente tóxicos y pueden dañar el estado emocional de todos los que lo rodean, incluso en su propia familia.
El Químico Benítez, ofendió, difamó, acusó, denunció, de manera muy cruel al Maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, los que leyeron los medios, los que lo escucharon, de primera mano creyeron y pudieron pensar que lo que decía el enfermo mental era cierto, fueron señalamientos muy feos que no nada más impactaron políticamente en la figura de Melesio, si no también ofendieron a toda su familia, la ofensa fue ruin y sin escrúpulo alguno por parte del desquiciado, pudieron haberle creído muchos, pero los que mandan en Morena no vieron de ese tamaño los señalamientos, las ladradas quedaron solo en eso, las negociaciones partidistas se dieron, y en menos de lo que canta un gallo, la candidatura a la Alcaldía de Mazatlán fue concesionada dentro de la Alianza Morena- PAS para los pasistas.
Entonces, a pocos días de sus “valientes” acusaciones de corrupción contra Melesio, el Químico dejó su huevos colgados en su casa y tuvo que dejar su dignidad, su hombría, su honestidad, su apellido y la honra de él, de su esposa y de sus hijos, de toda la familia pues, guardada en su casa para correr desesperadamente a lamberle las pelotas a Cuén, para suplicarle y terminar por convencerlo después de arrastrarse como víbora venenosa, lo postulara para su reelección como candidato del PAS Partido Sinaloense a la Alcaldía de Mazatlán, prometiendo lealtad, colaboración y compartir posiciones en el gobierno, ese fue el compromiso del Químico hacía Melesio, independientemente del convenio nacional de los partidos Morena-PAS.
Una vez ganada la elección, regresado a la presidencia, el Químico se desvivía en atenciones hacía Cuén, pero al paso de los días regresó la enfermedad Síndrome de Hubris, ahora se esconde, se raja y no quiere cumplir con su palabra, que por cierto no tiene, debido a su padecimiento psiquiátrico, mientras tanto jamás volverá a contar con las consideraciones del Maestro Cuén, jamás es jamás, dentro de tres años se verá, las necesitará, y quedará quizás llorando como el Loco Chenel en Angostura, a quien Cuén le dio la oportunidad y casi le arranca la mano de la mordida que le pegó, como todo malagradecido y enfermo mental que es, así igual el Químico llorará lágrimas amargas de tristeza, de desesperación, cuando necesite de nueva cuenta el cobijo del PAS.
Para concluir el perfil de Luis Guillermo Benítez Torres, alias El Químico, se trata dirían los peritos forenses en psiquiatría, de un completo enfermo mental, datos corroborados por sus cercanos colaboradores del ayuntamiento, quienes sufren el trato déspota de un alcalde fuera de sus cabales.